SABER RETIRARSE
Los deportistas llegan a un momento en que necesitan saber retirarse y a esto me refiero a retirarse en “la gloria”, pues pasado un tiempo, una edad, una condición física, el rendimiento comienza – naturalmente – a decaer. Por cierto, varía según el deportista, pero todos sin excepción llegan a ese instante.
En la vida también hay que saber retirarse: cuando un proyecto termina, cuando no se logra concretar un sueño, cuando el esfuerzo no basta, cuando el amor es tapado por el dolor (que es mucho más que una dificultad), cuando se ha cambiado de tesoro, cuando …. cuando “la vida habla”.
Y es que, así como los deportistas que siguen más allá de ese momento comienzan a decaer, la vida también comienza a apagarse, a perder el color cuando se insiste en seguir en algo que ya no es como era y no será como se había proyectado y cuya nueva forma sólo lleva cada vez a un peldaño más bajo, hagas lo que hagas.
Y es que no saber retirarse e insistir es no permitir que surja lo nuevo, es no abrir la puerta a lo que eso que ya no es, vino a hacer con su fin; es no encontrar el camino que llevará a lo pleno, es comenzar a vivir en la frustración en vez del entusiasmo.
(….Y de paso, quién sabe cuándo retirarse, sabe también cuándo permanecer y hasta cuando…)
Si estás en un momento en que necesitas saber cuándo retirarse, yo puedo darte una mano.