MALO PARA…
¿Has escuchado alguna vez la frase “soy malo para…”?
Pero si le pones un poco de reflexión a esa frase, nadie nace MALO para algo. Podrá tener más habilidad, más afinidad por algo y por otras cosas no, pero “malo” no se es.
Y desde la mayor habilidad o afinidad, suele practicarse más aquello que agrada y al practicar más, evidentemente se incrementa esa habilidad.
Entonces el tema no es si eres “malo” para algo, sino cuánto dedicas en desarrollar ese algo y el tiempo que dediques en desarrollar ese algo, estará en estrecha relación con cuánto quieres conseguir aquello y, esto, a su vez, en cuánta determinación pones en ir a su encuentro.
Por lo tanto, si hay algo que te gusta realmente, pero no eres particularmente talentoso en ello, tampoco eres malo en eso y qué tantos resultados exitosos logres en aquello, dependerá de los factores que te mencioné anteriormente: intención, determinación y práctica…conseguir aquello que te entusiasma, siempre es posible.
Dos muy buenos ejemplos son: el estudio de los instrumentos y la práctica de algún deporte.
Si estás en un momento en que quieres desarrollar alguna habilidad que te gustaría adquirir, yo puedo darte una mano.