LO HE DADO TODO

Cuántas veces has tenido la impresión de que has dado todo por algo y ese algo no ha resultado como se esperaba e incluso a veces, ni cercano a lo que se esperaba.

Por ejemplo: has buscado trabajo por mucho tiempo y no has conseguido. Has estudiado un año para el examen de grado y no has tenido una buena nota o incluso lo reprobaste, has puesto el mayor de los amores en una relación afectiva pero igual se ha quebrado.

Cuántas son las emociones y sensaciones que se experimentan en estas situaciones: frustración, impotencia, desespero, rabia, pena, desánimo, derrota, etc.

Pero antes de que todo esto “caiga encima” y comience a generar en ti un estado anímico que te dificulte salir adelante: detente y hazte algunas preguntas:

¿Qué es dar todo en esta situación?

¿Cuáles han sido las vías que he tomado para dar ese “todo”?

Aun cuando ahora no se me ocurra nada ¿es posible hacer algo más?

¿Qué camino tomar ahora para seguir en el mismo empeño?

¿Será momento de cambiar completamente o en algún sentido aquello que he perseguido hasta ahora?

Estas y otras preguntas te ayudarán a algo que es muy importante en ese momento: lograr la claridad, objetivar las ideas, lanzar un hilo hacia la realidad y todo esto, en conjunto, te ayudarán a pensar bien (perder esta capacidad es un riesgo cuando las cosas se ponen difíciles) y cuando se piensa bien, siempre es posible salir adelante.

Si estás en un momento en que requieres hacer este proceso desde mantenerte pensando bien en adelante, yo puedo darte una mano.

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