Esencia de Tikún-Olam

“Hola, soy Laura y he venido a este mundo para sanar”, esta frase de presentación fue el primer atisbo intuitivo de lo que hoy es el sentido de mi vida: TIKUN -OLAM.

Tikun – Olam es una frase en hebreo que significa “reparar el mundo” y la encontré una tarde de invierno, este año 2023, mientras el empeño de mi razonamiento me impulsaba a encontrar la palabra “sanación” en arameo. Buscaba esta palabra porque tenía que ver con la frase que menciono al comienzo – es decir ya andaba al encuentro de aquello que diera forma a mi existencia – y en arameo porque era el idioma de Cristo, por lo tanto, para mí, tenía un sentido profundo que fuera en esta lengua.  Sin embargo, como tantas veces en la vida, ésta me mostró otro camino el que, en esta oportunidad, acogí.

Fue entonces en que repetidamente se me presento la frase Tikún – Olam y tantas veces que despertó en mí la curiosidad de saber por qué aparecía cuando lo que yo buscaba era otra cosa.  Abrí uno de los sitios en que estaba y descubrí su significado, y ambos, el significado y mi mundo interno se abrazaron en una sola sensación: “ESTE ES EL SENTIDO DE MI VIDA”….No recuerdo un momento personal más hermoso, con más fuerza, más completo que éste….fue como si hubiera encontrado esa vasija maravillosa donde toda mi vida tenía espacio y la sensación, bueno fueron varias, las que rememoro ahora, al recordar ese momento. Me embargó el alivio, la alegría, la emoción y, como no, un agradecimiento visceral y profundo que mantengo vivo en mi corazón y que hoy es la fuerza que impulsa mi motivo.

Mi vida entera pasó como una película frente a mí, en una fracción de segundos tal vez, desde aquel primer recuerdo dulce con el que yo marco el inicio de mis días, hasta mi mayor dolor de no hace tanto y “mágicamente”, “milagrosamente”, “gratuitamente” – como quieran llamarlo – mi vida pareció quedar sanada en toda la extensión que ha sido mi existencia.

Siguiendo con mi forma habitual, me pregunté “y ahora, ¿qué hago con esto?, ¿cómo lo entrego al mundo?” y supe, que mi profesión, mis conocimientos, mi experiencia y mi historia podían hacer una sinérgica y luminosa alquimia que tuviera un solo norte: TIKUN – OLAM…sanar el mundo.