DIGO LO QUE PIENSO
La congruencia, no tan común en nuestros tiempos, es la capacidad de que el pensar, el sentir y el actuar vayan en la misma línea. Desde este punto de vista, ser directo, dice relación con ser congruente y todo esto está muy bien. El tema comienza cunado ser directo – congruente va reñido de la asertividad.
¿Qué es la asertividad?
Es saber qué decir, dónde decirlo y cuándo decirlo, manteniendo el respeto hacia el interlocutor. En otras palabras, puedes ser directo y asertivo, lo que dará un mejor resultado que ser directo y agresivo o ser directo y pasivo.
En general el estilo de comunicación pasivo está disfrazado del “buena persona”, que a todo accede, que suele decir que sí (aunque en realidad quiera decir que no) y el estilo de comunicación agresivo está oculto en esa pseudo confianza de “yo digo lo que pienso”.
La asertividad, como tantas otras habilidades comunicativas, puede ser entrenada “técnicamente”, sin embargo, es mucho mejor si este entrenamiento “técnico” se hace de la mano con una exploración de el fundamento interno de la falta de asertividad, como por ejemplo, poner atención a la autoestima, a formas aprendidas desde niños, a la autoconfianza, etc, pues muchas veces la falta de asertividad tiene a la base un baja autoestima, una forma de reaccionar vista durante mucho tiempo desde la infancia, por ejemplo. Entonces, trabajando estos temas, la asertividad podrá ser desarrollada de mejor manera y más fácilmente y trabajando dichas temáticas, se puede mejorar la asertividad como “efecto secundario” de aquello.
Si estás en un momento en que necesitas trabajar la forma en que dice lo que piensas, yo puedo darte una mano.