CONTAGIAR

Si a todos quienes me leen o escuchan en este momento y que están en un momento difícil de sus vidas, yo pudiera contagiarlos con la siguiente idea: es posible que lo que duele hoy, verdaderamente no duela mañana, sería para mí uno de los grandes logros por los cuales un día comencé con estos escritos y que más tarde darían origen a Tikun-Olam, materializado en este sitio: www.tikunolamchile.cl

Es que en esos momentos en que la dificultad llega a doler en el cuerpo, cuando llorar no basta para sacarse el dolor de encima, cuando no es posible imaginar siquiera volver a estar bien….en esos momentos, al menos alhoja la idea (que puede ser vaga, lejana, poco creíble y casi para estar pensando: “no sabes lo que dices”) de que con confianza y trabajo diarios, consciente, permanente en el tiempo sí llega el día – porque llega con certeza absoluta, absoluta – que puedes mirarte y darte cuenta que aquella dolorosa experiencia, ya no te trae la sensación ni la emoción de dolor y más bien la ves ahora desde la calma.

Volver a respirar calma, aun cuando poco o nada sea como antes, es uno de los momentos más maravillosos de la vida.  Cuando tomes conciencia de tu primera respiración “en calma” luego de lo tormentoso, sabrás que es así.

Si pudiera contagiarte de algo, no es de la esperanza vacía ni el positivismo insulso, ni el optimismo pueril.  Si pudiera contagiarte de algo es de creer que lo que hoy vives, un día será un recuerdo y que pensar en esto, sea el más básico de los impulsos para comenzar a ponerte de pie.

Si estás en un momento en que quieres comenzar a contagiarte, yo puedo darte una mano.

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