MIRAR COMO EL PRIMER DÍA

¿Te has dado cuenta de que el paso del tiempo, la costumbre, las heridas, a ratos te nublan los ojos y no ves a esa persona que te ha acompañado durante años o la ves, pero como “cualquier otra”, sin conectar con eso especial que tiene para ti?

Porque eso especial que un día tuvo, créeme que sigue estando ahí. ¿Has puesto atención en su sonrisa, o en sus bellos ojos, o en su simpatía….? Porque si pones atención, con certeza encontrarás la misma sonrisa, los mismos bellos ojos y la misma simpatía que un día te hizo girar para mirarla.

Porque esa frase de “mirarlo como el primer día” requiere una conciencia, requiere un trabajo, requiere un detenerte…algo así como no contestar automáticamente “bien” cuando en la calle te preguntan también de manera automática “¿cómo tai?” sino que “frenar”, ir hacia adentro y luego contestar…y luego mirar …y luego mirar.

Porque si miras desde acá, volverá a ti la dulzura, pareciera que se borra la historia menos grata durante ese ese rato que miras a tu ser querido con el corazón y claro, esta “borrada” es sólo momentánea, sin embargo puede ser la energía, el entusiasmo para volver a empezar y si bien es cierto, no se puede eliminar lo menos grato, sí se puede emprender un camino de reparación….

….Los caminos de reparación tiene como un “mágico” resultado: la permanencia, seguir adelante, continuar juntos…sí, buscar conscientemente formas de permanecer, pero no permanecer “por obligación”, sino permanecer porque cuando le miras como el primer día vuelves a saber que quieres seguir donde hoy estás, tal vez no “como” hoy estás, pero sí “donde y con quién” estás.

Si estas en un momento en que requieres volver a mirar como el primer día y luego buscar la manera de permanecer, yo puedo darte una mano.

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