NAVIDAD….
El sábado fui a la feria temprano, como suelo hacer. De pronto vi a dos niños, de aproximadamente 10 y 12 años pasar por mi lado vendiendo papeles de regalo. Me detuve a mirarlos pues me asaltó la imagen de mis hijos, que en ese mismo instante dormían en casa…me sobrecogió la diferencia. Pensé “mis hijos duermen en casa, cómodos, plácidos; en un rato se levantarán y todo cuanto harán será disfrutar del día y el mayor trabajo que podrían, sería ayudarme si es que les pido algo” y nuevamente miré a estos niños que ya se alejaban. Fui donde estaban, ellos me miraron alegremente, con ojitos chispeantes…vendían con entusiasmo, con ese entusiasmo propio de los niños. Les pregunté “qué hacen vendiendo un sábado en la feria, para qué” y, en el mismo tono anímico, uno de ellos me respondió: “mi abuelita nos enseñó a vender y desde entonces ayudamos en la casa vendiendo en la feria, los sábados”.
…Navidad es para todos, para estos niños y para los míos, para quienes están disfrutando de un buen momento como para quienes han de trascender algún dolor, para aquel que está naciendo a este lado de la vida y para quien está a punto de partir al otro lado de la existencia, para quién no se pregunta nada y para quien está a punto de acoger un gran desafío….
…Navidad es para quien tiene unas u otras creencias, incluso para aquel que no cree en nada, para él, sigue siendo Navidad y si en este tiempo que pudiera ser de reflexión, de introspección de aquietamiento interno y externo, pudiéramos ver los regalos de la vida que aparecen, como por ejemplo, esos niños que vendían en una feria cualquiera, seguramente podríamos acoger en el corazón las enseñanza que esos regalos nos dejan para comenzar el año siguiente con un nuevo propósito o con el mismo del año que se va, pero más fortalecido.
Para mí, haber visto a estos niños me dejó muchas reflexiones: acoger la vida sea como sea, sin queja, sin rezongo. Acoger esas enseñanzas, que aun cuando impliquen realizar un trabajo, me ayudan a ser mejor en algún aspecto de mi vida. Sopesar el significado de que en lo más, más valioso, los seres humanos, efectivamente, somos iguales; que la diferencias – aun cuando sean importantes – no están en lo no profundo. Que la vida, ciertamente se vive desde la vereda en que me pare a vivirla. Puso en mi conciencia el valor que para mí tiene la alegría, me recordó lo fundamental que es me es la tranquilidad y me hizo mirar el agradecimiento por todo aquello que tengo y que a ratos ni me doy cuenta de su valor. ….en fin…estos niños fueron el regalo de Navidad para mi vida.
Sí, Navidad es para todos, cómo la vivas, cómo decidas vivirla, es lo que hace la diferencia.
FELIZ, FELIZ NAVIDAD A CADA UNO DE USTEDES