REPLEGARSE – DESPLEGARSE
Frente al dolor y a la dificultad hay dos caminos que se pueden tomar: te repliegas o te despliegas.
Te repliegas cuando quedas encerrado en el problema, cuando sólo miras tu ombligo, cuando no le ves sentido a lo que ha pasado ni se lo buscas, cuando la dificultad te condiciona, cuando no ves más solución que seguir en el mismo camino y cuando dices estar conectado con tu mundo interno, mientras tu conducta es de evación.
Te despliegas cuando trasciendes el dolor evitando que con el paso del tiempo se transforme en sufrimiento, cuando ves el problema como la oportunidad para hacerte preguntas que sin él no te hubiera hecho y buscas activamente sus respuestas, cuando gracias a ello desarrollas herramientas, característica, habilidades que no tenías o que tenías mermadas.
Te despliegas cuando ves caminos distintos al original pero quete llevan a la misma plenitud, cuando logras ponerte de pie y emprender el nuevo camino o el mismo camino, pero con más aplomo, cuando buscas el para qué por sobre el por qué, cuando logras diferenciar el aspecto que requiere trabajo, sin que eso tiña toda tu vida.
Te despliegas cuando haces todo esto gracias al contacto con tu mundo interno, sin miedo a lo que allí encontrarás en el tránsito hacia el despliegue…o tal vez igual con algo de miedo…pero lo haces.
Y para ti, qué es más habitual: ¿replegarte o desplegarte?
Si estás en un momento de tu vida que necesitas desplegarte, yo puedo darte una mano.