PREPARAR EL CORAZÓN PARA LA ESCUCHA

Las personas que viven una enfermedad terminal llegan a un momento en el que ya no se es posible seguir pensando o intentando mejorar y tampoco es posible sostener la ilusión de que aquello volverá a ser posible y ese instante es un punto de inflexión en sus procesos en el cual lo que más viven es una profunda, profunda soledad.

 Es curioso, pues podría creerse que quisieran salir de esa soledad…y quieren…pero a la vez no, ya que la necesitan pues es como un invierno interior donde poco florece y más bien la naturaleza pareciera “decidir” entrar en un proceso necesario para dar paso a la siguiente estación del año.

Es en este momento cuando más requieren presencia (no es lo mismo que compañía) de alguien, pero una presencia capaz de entender, de estar presente – valga la redundancia – capaz de muchísimo más que empatizar:  es una presencia que sea capaz de escuchar con el corazón.

Para “escuchar con el corazón” y poder acompañar a la persona que vive ese proceso de cierre de su vida, es posible preparase, es posible trabajar en ello, es posible lograr hacerlo aun cuando nunca lo hayas hecho antes y créeme, que, si esa persona es realmente valiosa en tu vida iras viendo que de las mayores y más invaluables experiencias que puedes haber vivido con ella, tal vez ésta sea la que más.

Y tal preparación puedes irla haciendo en paralelo a la experiencia en la que ha entrado tu ser amado, no es necesario hacerla de manera previa, sólo te exige una condición: arrojarte a ella a pesar del miedo, de la tristeza o de lo que sea que te pasa cuando piensas en comenzar.

Si estás en un momento en que requieres prepararte para “escuchar con el corazón”, yo puedo darte una mano.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *