TRATANDO CON EL MIEDO

Hay miedos causados por alguna experiencia a la que no se le dio un curso adecuado y el miedo se “fijó”, hay miedos que se sabe poco de dónde vienen y hay miedos irracionales, pero sea cual sea el origen de éste, es posible trabajar en ello y superarlo.

Cuando el miedo no es invalidante como para tomar alguna terapia específica, como por ejemplo en el caso de las fobias, es muy valioso saber algunas cosas.

Primero que el miedo no ha de ser excusa para no hacer, pues la valentía no es hacer sin miedo, sino hacer a pesar del miedo.

Segundo, que, así como muchas otras emociones de las llamadas “negativas” (en realidad no son negativas ni positivas, tal vez es mejor decir que se viven de manera incómoda o cómoda) es posible y muy buena estrategia “amigarse” del miedo, es decir en vez de rechazarlo, entrar en una especie de diálogo con él, que es en realidad una profundización cuyo objetivo es comprender ese miedo.

Lo tercero bueno a saber es que muchas veces el miedo es verdaderamente menor a la idea de magnitud que tenemos de él y que esa real magnitud, sólo se conoce poniéndole atención. Un día un médico me dijo “la sangre es alaraca” queriendo decir que hace parecer que las heridas son de más gravedad de lo que realmente lo son…el miedo también.

Parece casi un trabalengua lo que te diré, pero es lo último que me parece importante: no hay que tenerle miedo al miedo.

Si estás en un momento de tu vida en que necesitas trabajar tus miedos, yo puedo darte una mano

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