PARÉNTESIS

Las vacaciones son un paréntesis en la rutina del trabajo y permiten el alivio, lo que a su vez permite retomar el trabajo con una energía renovada. Por muy espectaculares que sean, se sabe que duran un tiempo y luego se retoma la rutina. Cuando esa rutina está siendo particularmente difícil, pensar en ese “paréntesis” ayuda a sobrellevar el momento álgido.  Al tener claro que “no son para siempre” no hay frustración cuando terminan, pues desde el comienzo se sabía que ese solaz tenía un fin y que son parte de un todo.

Si esto lo llevas ahora a una manera de afrontar los esfuerzos anímicos sostenidos, como por ejemplo una dificultad que dura mucho tiempo, un dolor que es difícil de sobrellevar; podrías decir que crear paréntesis o saber distinguir cuando llegas a uno producirá los mismos efectos que las vacaciones producen en la acostumbrada rutina laboral.

Por un lado, te dará fuerza para continuar, evitará la frustración de que esos días “buenos” al otro día son “malos”, te dará la esperanza de que los momentos de alivio siempre regresan (y mientras más regresen, la permanencia de la dificultad va mermando)

Si quieres aprender a tener paréntesis en tu esfuerzo sostenido, yo puedo darte una mano.

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