QUE EL CUIDADO NO TE HAGA DEBIL

Muchas veces los cuidadores o familiares de pacientes que son diagnosticados con alguna enfermedad grave, en un empeño por cuidar a su ser querido, lo comienzan a tratar de una manera que más bien lo debilita internamente.  Por ejemplo, no lo dejan levantarse temprano, ni hacer las cosas que estaba acostumbrado a hacer, o no lo dejan solo a sol ni a sombra – entendiéndose, por cierto, que el paciente está en condiciones de hacer todo esto.

Esta actitud, a pesar de que encierra un gran cariño y la mejor de las intenciones, lo que realmente hace es debilitar al paciente y hacerlo sentir más enfermo de lo que está o al menos le pone en la conciencia una enfermedad que hasta antes del diagnóstico, estaba bastante silenciosa.

Que el paciente se debilite no solo va en desmedro de su estado de ánimo, sino también afecta en la tolerancia al tratamiento, en la respuesta al mismo y finalmente en que tan bien vive el tiempo que tiene en el presente.

Cuidar no significa tratar al paciente como una persona sin capacidades, por el contrario, implica potenciarlo en todo aquello que puede, significa infundirle fuerza para que cada día se incorpore todo lo que realmente puede incorporarse, significa acompañarlo en lo que él está y no agravar su estado; pues todo esto le permite vivir de la mejor manera posible su día a día a pesar de la enfermedad y más aún, incluyendo ésta como parte de su realidad.

Si estás en un momento en que requieres revisar cómo estás cuidando a tu ser querido y mejorar aquello que veas que has de mejorar, yo puedo darte una mano.

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