CAMINOS

Cuántas veces emprendemos un camino y cuántas veces realmente llegamos a donde nos propusimos llegar.

¿Qué paso en el trayecto?

A caso en realidad fue más el entusiasmo que la decisión, o es que apareció una bifurcación que se veía más atractiva.  Es que ocurrió algo inesperado que no permitió continuar avanzando o es que faltó perseverancia cuando aquel camino se puso pedregoso o faltó esperanza para creer que podía volver a estar asfaltado.

Explicaciones puede haber muchas, pero al fin del día, lo concreto es que mirando hacia atrás ya no estamos en aquella ruta trazada en algún otro momento.

Saber qué ocurrió es muy valioso, si no para retomar el camino dejado, para no repetir aquello que nos llevó a abandonarlo en el caso de que te encuentres en alguna situación similar. Saber qué ocurrió es uno de los pasos del aprendizaje de las experiencias de la vida y es una muy buena práctica en aquello de “cuéntate la realidad como es”…porque es fácil y cómodo creerse explicaciones aceptables para uno y que dejan bien frente a otros, pero cuando esas explicaciones no son realmente razones, aquel aprendizaje que te mencionaba, no ocurre y al no ocurrir, con certeza te toparás nuevamente con situaciones del mismo estilo.

Los caminos andados y desandados nos permiten crecer.

Si estás en un momento en que quieres revisar tus caminos y contarte la – tu realidad como es, yo puedo darte una mano

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