TANTO VA EL CÁNTARO AL AGUA…

Dice el dicho que tanto va el cántaro al agua que al final se rompe.

¿Cuántos cántaros se han roto en tu vida?en otras palabras ¿cuántas batallas has dado pero has llegado al límite antes de “ganarla” ?, ¿cuántas veces ese “ganarlas” ya deja de importar pues el esfuerzo es tanto y la posibilidad de logro tan lejana que es mejor abandonar?, ¿cuántas veces, de pronto, caes en cuenta de que el logro no sólo depende de ti y en lo que concierne al otro, ya no se puede esperar que haga su parte honestamente?, ¿cuántas veces simplemente se “rompe el elástico” y ya no es posible o más aún, se pierde el sentido de seguir en el esfuerzo?.

Cuando algo de aquello ocurre, es curioso, pues no queda el sabor a la frustración, ni de la impotencia, ni esa sensación “tirante”, ni la mínima intención de seguir batallando. Por el contrario, lo que surge ese el alivio, es la mirada natural hacia un estar bien desde otro lugar, es como comenzar de nuevo tranquila y libremente…tal vez, la sensación se puede resumir en aquella conocida frase: “dar vuelta la página”.

Saber que llegó ese momento es algo que no se pregunta, sólo se sabe que llega y no hay duda de que llegó, no hay vuelta atrás, no hay más esfuerzo en la misma dirección, no hay insistencia…en fin…hay liberación interna.

Tal vez hay que tener conciencia de no ser uno quien corta el elástico de otro, pero si ese otro (persona, trabajo, situación) cruzó el límite hasta cortar nuestro elástico, tal vez la pregunta sea “y ahora, ¿hacia dónde dirijo mi atención, mi esfuerzo, mi energía?, ¿qué sí vale “la alegría” de dedicarle mi tiempo y trabajo?; para luego, aireadamente, emprender con ilusión ese camino.

Si estás en un momento en que quieres buscar hacia donde dirigir tu mirada ahora, en tu vida, yo puedo darte una mano.

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *