VISIONES QUE IMPULSAN
El fin de semana, conocí un joven, de aproximadamente 21 años que trabajaba en un local de votación, trasladando en silla de ruedas a personas con alguna discapacidad.
La «deformación profesional» y lo gentil que fue, me motivó a preguntarle qué hacía el resto del tiempo y me contestó muy alegremente que estudiaba de día, trabajaba de noche y también los fines de semana, cuando encontraba la oportunidad…como en ese momento…y agregó «hay que sacar adelante la familia».
Me llamó la atención la alegría de su rostro, la naturalidad con que contaba lo que contaba, sin agregarle drama ni expresión de esfuerzo, ni tan solo un rictus que denotara el trabajo que significaba hacer lo que hacía y esto – que podría ser un «detalle» – me hizo pensar:
Qué distinto se vive sin queja – independiente de la situación en que se esté.
Qué distinto se vive viendo los esfuerzos como posibilidades.
Qué distinto se vive cuando los objetivos se persiguen con alegría.
Qué distinto se vive cuando se vive desde una mirada que impulsa.
Y tú ¿cómo es que persigues tus objetivos?, ¿cómo acoges tu vida?, ¿cómo abrazas tu realidad?
Si estas en un momento en que quieres comenzar a acoger tu vida desde una mirada que te impulsa yo puedo darte una mano.