ADAPTACIÓN

ADAPTACIÓN

Cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad en fase terminal, hay una enorme adaptación que llevar a cabo, por parte del paciente y de la familia, pues mucho de la vida cambia.  Cambian los ritmos, lo horarios, la alimentación, las posibilidades de hacer lo que se hacía antes y de la forma en que se hacía.

Y parece que fuera cosa de “hacerlo distinto” nada más. Y es cierto…pero qué difícil es hacer distinto aquello que estamos acostumbrados a hacer de una manera y hacerlo no por elección o por una decisión que lleva a una mejor forma, sino hacerlo con la conciencia de que esto es a causa de la situación no deseada que se ha comenzado a vivir.

Ir dando estos pasos (que no son todos al mismo tiempo) va mostrando que el proceso en que se encuentra el paciente está avanzando y, por ende, va produciendo emociones que han de ser atendidas: es difícil para un paciente decir “quiero ir al comedor, ayúdame a parar”.

…Sí, hay que darle la mano, ayudarlo a ponerse de pie, tal vez llevarlo del brazo al comedor; pero por sobre todo hay que darle el espacio – y darse el espacio – de conectar y expresar lo que ocurre con esta nueva necesidad.

Si estás en un momento en que requieres de esta adaptación, yo puedo darte una mano.

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