DESAHOGO

Has escuchado decir a alguien “pero para qué lloras si llorando no cambias las cosas” …teórica frase que tiene de cierto y no.

Lo cierto es que, efectivamente no van a cambiar las cosas que quieres cambiar, lo que cambió ya cambió, lo que no está ya no está, lo que no fue ya no fue y los errores cometidos ya se cometieron.

No obstante ¿para qué lloras?, para desahogar la tristeza y aunque esto parece tan poco importante es muy importante, pues mantener “tapada” la tristeza no permite que ésta avance hacia ser resuelta, por el contrario, se transforma en un piedra de tope para dar los pasos siguientes, de alguna manera te mantiene anclado en lo ocurrido y nubla la vista para ver la claridad que, siempre, vuelve a ofrecer la vida.

Por eso, cuando estés triste, regálate un tiempo para llorar tu tristeza, luego incorpórate – en todos los sentidos – y da el paso siguiente que estés capacitado para dar y si en un rato más, nuevamente te asalta la tristeza, vuelve a acogerla y ya pasando, sigue adelante.  Con el tiempo, estos “asaltos” se irán distanciando en tanto vayas dando ese pequeño paso que sigue.

Si estás en un momento en que necesitas un desahogo y luego buscar el paso siguiente, yo puedo darte una mano.

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