PEQUEÑOS MOVIMIENTOS

Cuando el desánimo es como te estás sintiendo, un pequeño movimiento puede ayudarte a recobrar parte del entusiasmo, pues lograr estar mejor no siempre es un trabajo de adentro hacia afuera, a veces comenzar desde fuera ayuda a acomodar el mundo interior.

Dentro de estos “pequeños movimientos” hay dos que hoy quisiera recomendarte.

Uno es: atiende a tu postura corporal. Cada emoción tiene un correlato corporal, las emociones no flotan en el aire, se sienten en el cuerpo y se viven en el cuerpo. Por lo tanto, hay una postura para cada una de ellas. Si te sorprendes desanimado o menos bien de lo que quisieras, observa cuál es tu postura: cómo estás sentado, qué gesto tienes en la cara, si tu cabeza está derecha o inclinada o hacia abajo, etc y luego cámbiala a aquella que está aparejada a un sentirse bien, animado, con entusiasmo, por ejemplo: si estás sentado hazlo derecho, con la cabeza recta, mantén una sonrisa amable, etc y si vas caminando hazlo con desplante, mirando hacia el frente, etc.

El otro pequeño movimiento es: ordena.  Suele ocurrir que en los momentos de baja anímica…y en la vida sin baja anímica también, tenemos espacios habituales menos ordenados.  “el desorden externo es un reflejo de un desorden interno” es una frase muy cierta y los desórdenes internos suelen ser causa de falta de energía, falta de entusiasmo, etc.  Si ordenas tu entorno, aun cuando no tengas ganas de hacerlo, al terminar y mirar cómo ha quedado, al menos – y digo “al menos” – la consecuencia será la satisfacción y de ahí en adelante hasta llegar a ser un aporte en tu propio estado de ánimo.

Claramente  esto no resuelve si lo que hay a la base es una dificultad, pero puede ser el punto de partida para que la resuelvas.

Si estás en un momento en que requieres hacer pequeños movimientos para estar mejor, yo puedo darte una mano.

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