PROPONER

Es posible esperar, es posible seguir, es posible proponer.

Esperar y seguir son actitudes pasivas que muchas veces denotan prudencia (una de las cuatro virtudes cardinales), pero otras veces denotan algo así como letargo, como una pasividad en momentos donde lo que se requiere es acción y proactividad, es decir, cuando lo que se requiere es una actitud propositiva.

Proponer es “poner adelante” y no hace referencia si es proponer algo a otro o proponerse algo a sí mismo, el tema es – en otras palabras – tener una actitud y conducta activa frente a lo importante, frente a aquello que es un aporte para nuestra propia vida o la de otra persona. Es una actitud y conducta que denotan un movimiento, un ir hacia…y no quedarse en la espera en vez de resolver.

Vivir desde el proponer es hacerse cargo de la propia existencia, es tomar las riendas de la propia vida, es ir hacia adelante a pesar de…y esto si bien se refiere a lo valioso, es en realidad una actitud de vida que puede verse también en el detalle pequeño, en el día a día, en aquello que es menos importante pero que muestra desde donde vives, que deja ver una actitud de vida, por ejemplo, ves algo tirado y lo recoges sin que  te importe si fuiste o no tú quien lo tiró; esperas que te llamen o llamas cuando quieres hablar con alguien…entre otros tantos miles de ejemplos.

Una vida desde el proponer es un importante aporte a conseguir lo que se quiere, es como vivir desde una postura física erguida, es tener a mano energía para avanzar y es fundamental tanto para pensar en acoger nuevos desafíos como para el logro exitoso de ellos.

Si estás en un momento en que quieres comenzar a acoger tu vida desde el proponer, yo puedo darte una mano.

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