SENSACIONES ACOGEDORAS
Hay sensaciones muy acogedoras como, por ejemplo, que alguien te arrope una noche helada en que te has destapado o que te tengan una comida calentita cuando se ha vivido un día de exceso de trabajo, o sentarte unos minutos como desplomado en una cómoda poltrona cuando has logrado resolver un tema complejo o sentarte mirando hacia la calle, casi contemplativamente saboreando alguna importante satisfacción.
Pero en la tarea de trascender el dolor hay una frase que llena el alma de cobijo y que es tan necesario escuchar de alguien que te la diga con certeza y convicción: “todo va a estar bien”, sin embargo, cuando no está ese alguien, es inmensamente valioso que cierres los ojos, pongas “entre paréntesis” la situación que vives y allí en un espacio de calma interna te digas conectadamente: “todo va a estar bien…todo va a estar bien”…porque – créeme – LO ESTARÁ y sentir la certeza de esto, es como arroparte una noche helada en que te has destapado.
Si estas en un momento en que requieres escuchar esta frase acogedora para tu alma, yo puedo darte una mano.