NUBADAS
En las tierras sureñas de Chile, en invierno, ocurren las llamadas «nubadas» que son lluvias torrenciales que comienzan de manera abrupta y duran un tiempo muy corto. En ese rato, quienes transitan por la calle han de pararse bajo los aleros de las casas, edificios y galerías comerciales, esperando que escampe para poder reemprender la marcha, ya que es tan torrencial la lluvia que no es posible ver hacia adelante.
A veces en la vida personal también acontecen estas nubadas y la conducta que se tiene en el sur con la lluvia, ha de ser la misma que hemos de tener con nuestra vida: pararse bajo un alero y esperar que pase.
¿Cuáles son los “aleros” de la existencia, cuáles son esos techos bajo los cuales podemos refugiarnos cuando acaece el aguacero?
Y es que es fundamental hacer esto, refugiarse hasta que pase la nubada, porque en medio de ésta, no es posible ver con claridad ni siquiera a poca distancia, porque el agua es tanta y generalmente con tanto viento, que aun con paraguas, uno queda muy mojado.
Para poder salir adelante en la vida, tenemos que respetar los tiempos de nuestros aguaceros internos, darnos el espacio de esperar que pase, protegernos mientras dura, no hacer el esfuerzo de mirar el camino pues en ese momento no es posible…más bien hay que confiar en que pasando la lluvia torrencial, podremos volver a ver la ruta a seguir.
Pregúntate: ¿Cuáles son tus aleros en la vida?
Si estás en un momento en que requieres refugiarte o reconocer tus aleros o quizás buscarlos; yo puedo darte una mano.