DONDE COMIENZA LA GRATITUD
¿Qué impulsa la gratitud sino el reconocimiento de una dulce deuda?
Agradecemos el bien, que gratuitamente, alguien nos hizo.
Agradecemos todo aquello que hay en nuestro día a día y que aun cuando lo demos por hecho, sigue siendo un regalo.
Agradecemos tener todo aquello por lo que poco o nada hicimos para lograrlo, incluso cuando teníamos la ilusión de que sí era nuestro logro.
Es que agradecer es la capacidad de salir de uno mismo para ver el gesto de ese otro y luego, habiendo cogido ese obsequio, entrar nuevamente al corazón y tomar conciencia de aquel bien, cuyo sentido está justamente en nuestro interior.
Agradecemos el dolor y la dificultad, fuentes de crecimiento, motivación e impulso; aun cuando en principio no veamos esto como un bien.
Tal vez de los altos sentimientos, agradecer es el que más y sin duda, cada uno de nosotros, esté pasando la situación que esté pasando, hemos de tener mucho para agradecer.
Si quieres destinar un tiempo para conectar con ese impulso de gratitud y desde ahí pararte en la vereda de lo bueno para continuar, yo puedo darte una mano.