DESDE EL SEGUNDO PISO
Frente a un dolor o a una dificultad, cuando estás inmerso en ella, es importante salir de allí y mirarla desde “el segundo piso”…
¿Has visto un jardín desde el mismo jardín y luego lo has visto desde un balcón?
Lo primero es que, desde arriba, logras verlo mucho más completo, y a la vez puedes diferenciar las plantas que hay, la disposición en que están ubicadas, el juego de colores que hacen todas ellas, etc.
Con la dificultad es lo mismo, inmerso en ella sólo se ve problema, la sensación es sólo de contrariedad, incertidumbre; el pensamiento es errático, de pronto toma una ruta y al poco parece que la otra es mejor y finalmente no sabes realmente cuál seguir.
Pero si tomas aires, te despejas en una actividad que sabes que te relaja o distrae, luego te sientas y ordenas las ideas, pones objetividad en los hechos, le das el peso que realmente tiene la situación, separas los diferentes aspectos que componen la situación, analizas en qué de todo puedes intervenir y en qué no; buscas apoyo cuando sientes que no tienes claridad y así, verás que hay un listado extenso de medidas que te son posibles acoger cuando miras en perspectiva.
Hacer esto puede ser un tanto complejo e incómodo, pero muchas veces desde la incomodidad es de donde surgen las ideas nuevas.
Si estas en un momento en que necesitas mirar desde el segundo piso, yo puedo darte una mano.