VER Y SOPESAR

Hace algunos años atrás, conocí una mujer que lamentaba profundamente, casi hasta el sufrimiento que a su hija le dijeran constantemente que tenía el pelo crespo y efectivamente lo tenía muy crespo.  La mamá que lamentaba esto, tenía el pelo crespo y su marido tenía el pelo crespo….

Este recuerdo me hace pensar en dos cosas, una en que hay que ver y aceptar la realidad como es, cuando no es posible cambiarla.

La segunda es mirar conscientemente la valoración que hacemos de esta realidad, pues en el caso del ejemplo, el problema no era qué tipo de pelo tenía la niña, sino la evaluación que su madre hacía de ese tipo de pelo.

Entonces, frente a lo que nos agobia, frente a lo que nos preocupa, frente a todo aquello que pareciera que nos hace mal, tal vez hay que preguntarse dos cosas:

¿Es realmente así?, como he dicho en otras oportunidades: contarse la realidad como es.

Y luego:

¿Qué de esto me afecta tanto? ¿Cómo estoy tasando en mi interior esta situación?

Tal vez descubras que tienes razón, entonces será momento de actuar; pero tal vez descubras que estabas viendo la situación con un lente de aumento y al darte cuenta de esto, con certeza sentirás alivio.

Si estás en un momento en que quieres necesitas remirar tu realidad y luego sopesarla equilibradamente, yo puedo darte una mano.

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