NO QUIERO SER VALIENTE
Muchas veces los pacientes que atraviesan patologías graves o de carácter terminal reciben el comentario de que son muy valientes al enfrentar lo que viven y quienes hacen tal comentario, lo hacen con la buena intención de dar un reconocimiento alentador al paciente quien escucha esas palabras, pero en realidad, muchas veces ese paciente piensa “no quiero ser valiente”.
Y es que en esta oportunidad esa frase lo que le enrostra no es sólo la situación, sino que en realidad en lo cierto no se siente valiente, se siente obligado a estar en algo que no quiere, que no ha elegido y que en realidad lo que más anhela es despertar una mañana y estar sano aun cuando este querer este absolutamente ajeno a cualquier característica personal loable.
Es que ser valiente, trae – por contraste – que hay una situación que amerita de esa valentía y el paciente más quiere no estar en esa situación que recibir un halago, particularmente cuando este halago lo siente inmerecido.
Pero, aunque la palabra “valentía” no es la que refleja eso que hace el paciente, éste sí despliega alguna virtud, característica, herramienta interna durante el periodo de enfermedad y a pesar de que tampoco no ha elegido hacer este despliegue, igual lo hace y requiere de un reconocimiento: fuerza, coraje, tolerancia, fortaleza, esperanza….tal vez una mezcla de todo esto…tal vez algo más que esto, pero lo cierto es que pone en acción algo que le permite llevar a cabo una de las duras tareas de la vida: tolerar un tratamiento y enfrentarse a la muerte, que hasta la ocurrencia de esa enfermedad, parecía no existir en su órbita.
Si está en un momento en que requieres hacer (o dar) un reconocimiento correcto a aquello que haces, o si estás al lado de necesitar hacer un despliegue de herramientas internas, yo puedo darte una mano.