YO NO ESPERO, YO TRABAJO
¿Te has encontrado alguna vez con frases que te son alentadoras, motivadoras, potenciadoras? ¿Que parece que al leerlas o escucharlas, encendieran en ti la llama del entusiasmo?
Eso me pasó con esa frase que era respuesta a la pregunta: pero ¿qué es lo que esperas de aquello que haces? Y la respuesta firme fue esta: yo no espero, yo trabajo.
Es que enfocarse en algo que es tremendamente importante para uno mismo, es fundamental para lograr el objetivo, sin embargo, no es lo único “fundamental”. A veces es necesario mirar y re mirar, o corregir y re corregir, o hacer modificaciones en algo que ya se daba por sentado como bueno.
Acoger un gran desafío, implica, necesariamente estar abierto a que ocurrirán imprevistos, pero que dentro de eso que sí se pueden prever, la actitud interna necesaria es la apertura al cambio y la capacidad de flexibilizar.
No hay que temerle mirar al lado del camino, porque ese camino que va al lado, puede ser que te lleve de mejor forma al mismo lugar.
Y hacer todo eso, más la confianza en que lo que se hace es bueno, con certeza son ese “yo trabajo” que se sobrepone al “yo espero”.
Si estás en un momento en que requieres trabajar más que esperar, yo puedo darte una mano.