ES MEJOR ACOMPAÑAR
El dolor es parte de la vida y esto es más fácil entenderlo cuando es el dolor propio, pero más difícil cuando es el de un ser querido.
¿Por qué?, puede ser porque no has sabido muy bien qué hacer cuando has vivido una situación dolorosa y por lo tanto, menos sabes de cómo acompañar a otro significativo que atraviesa por un momento doloroso.
Muchas veces la primera reacción llena de amor “intentar” sacarlo de ese dolor, a como dé lugar, casi con desespero, casi como “gato de espalda”, pero para que un duelo sea sano, es necesario, justamente, lo contrario: acompañar a tu ser querido en aquello que está viviendo y si eso es miedo, tristeza, rabia, confusión; entonces acompañarlo en eso, sin intentar sacarlo de allí.
Esto sí es una ayuda para tu ser querido y verás que también lo es para ti, pues lidiar con el dolor, primero duele y por eso se intenta salir anticipadamente de él y segundo, es un aprendizaje.
De las pocas cosas en la vida que no se pueden escabullir, el dolor es una de ellas y acogerlo, atreverte a estar allí será justamente lo que te permitirá salir de ese lugar, pero salir sanamente, trabajadamente y con el tema resuelto, pues te dará la suficiente claridad como para ir identificando los pasos siguientes. ¿Hasta cuándo? Hasta que logres trascender ese dolor.
Si estás en un momento en que has de acompañar o acompañarte en el dolor, yo puedo darte una mano.